Cuando comienza Septiembre, vuelven las responsabilidades; entre ellas los entrenamientos presenciales. Llenos de ganas por reencontrarnos con los compañeros y la pista, volvemos a tener esa mentalidad de atletas. En mi caso particular, durante el verano medité la opción de cambiar de modalidad y empezar a entrenar fondo en vez de velocidad. Mi entrenadora me vio capaz y con su visto bueno empecé esta nueva etapa. Al principio era complicado y me costaba correr más de media hora seguida, pero poco a poco la mejora se fue notando y el progreso fue increÃble. haberme dado cuenta del poder que tiene la cabeza a la hora de practicar deporte y ser consciente de que si quieres, puedes; es de las cosas más gratificantes que me llevo de mi relación con el atletismo. A pesar de las condiciones por el Covid-19 y de la falta de competiciones dónde un atleta se exige al máximo, ha sido genial ver mi evolución. Al comparar recorridos de 6-7 km (como el de la foto) con los 10-12km que soy capaz de correr ahora, me siento orgullosa y con muchas ganas de seguir mejorando. ¿Habrá competiciones pronto? Esperemos que sÃ.
