Toda la situación del COVID-19 ha traÃdo a casa la escuela y el rol de maestros. Desde que estamos en la fase 1 y mis padres trabajan, mis hermanas y yo hemos montado un pequeño colegio. Aunque nuestra hora favorita es la del patio, también trabajamos muchas horas durante la mañana. Trabajar con ella me da una sensación extraña entre responsabilidad, orgullo y nostalgia. Es divertido tener el "poder", pero también el difÃcil mantener la paciencia. En tiempos asÃ, valoramos la presencia de todas las personas que pensamos que no faltarán nunca, los profesores. Sumar y restar, hablar idiomas, construir maquetas, etc. Todas estas cosas las estamos aprendiendo juntas. Hemos cambiado el rol de hermanas, por el de profesoras, alumnas y compañeras. Saldremos de estas con la mente más abierta y mayor capacidad de adaptación. Cuatro paredes no limitaran el conocimiento.
