La mejor manera de empezar el día es desayunando una buena taza de leche, pero ¿y si no tienes leche?
Hace dos sábados estuvimos acompañando a Dña. Alcora en una recogida solidaria de leche para el Banco de Alimentos colaborando con la ONG S.O.S Ángel de la Guardia. Durante la mañana nos dedicamos a pedir a los clientes que entraban en el supermercado que colaboraran aunque fuera aportando un solo litro de leche. En todos sitios hay gente y gente pero la gran mayoría salia con packs de seis que nos daban con una sonrisa. Todos se despedían alegres y nos deseaban un buen día.También entraron algunos turistas que no entendían muy bien el objetivo a pesar de que se lo explicábamos lo mejor posible, aun así una pareja inglesa incluso se animó a colaborar.
Al final de nuestro turno habíamos llenado dos carros de leche (y teníamos una bolsa con legumbres y arroz de gente que se equivocaba). La satisfacción al ver que tantas familias, tantos niños podrían acceder a ese alimento gracias a que nosotros habíamos estado allí una hora y media fue recompensa suficiente. Además nos reímos con las prisas que siempre llevamos los tercermundistas, charlamos con la dependienta y algún que otro cliente habló un rato con nosotros.
Ayudar es muy fácil cuando se tienen ganas y los que podemos hacerlo con un poco (aunque sea muy poco) esfuerzo no deberíamos dejar pasar la oportunidad. Tremendamente contenta con esta actividad y con muchas ganas del próximo voluntariado.
