Tras presentar mi escrito al concurso que organizaba esta ONG (podéis leerlo en el anterior post), solo quedaba esperar al veredicto. Fue en clase de arte con el profesor que me habÃa animado a presentarme, cuando me llegó el correo que decÃa que yo era ganadora del premio. Nos citaban la tarde del jueves 22 de noviembre para participar en una jornada lúdica de lucha feminista, dónde nos entregarÃan el premio simbólico. Allà tuve el honor de escuchar a varias mujeres sudamericanas dar su testimonio real y hablar sobre su vida como defensoras de los derechos de la mujer. Dijeron cosas que el mundoe ntero deberÃa escuchar y retrataron con palabras emociones que pensaba imposible sentir si no era en primera persona. Las hubiera hecho a todas ganadoras. Aquella tarde fue mucho más valiosa que el premio que recibà después y me pareció una actividad extraordinaria.
Adjunto en link al post en el que cuento la experiencia de cómo escribà mi relato y ánimo a todas las mujeres a acudir a jornadas de este estilo, hayan o no hayan ganado nada.